Peñíscola, de cine

Peñíscola es la ciudad turística por excelencia de la provincia de Castellón. Su Casco Antiguo, alberga el Castillo del Papa Luna, monumento histórico artístico nacional. Benedictino XIII, habitó en él a partir de la segunda década del siglo XV. Convirtiéndolo en una de las tres únicas sedes papales que hay en el mundo.

Las callejuelas que forman el núcleo antiguo de la ciudad así como sus murallas hacen de esta ciudad un plató cinematográfico único. Sus playas, calas y otros parajes del Parque Natural de la Sierra de Irta han atraído a directores, localizadores y productores de diferentes lugares del mundo.

Peñíscola comenzó a ser una localización elegida por los cineastas en 1913 con la película de cine mudo Ana Cadova dirigida por Fructuós Gelabert, uno de los pioneros del Cine Español, en colaboración con la productora neoyorquina Cox&Co.
Pero fue la superproducción internacional del film El Cid la que internacionalizó la ciudad, gracias al renombre de sus protagonistas: Charlton Heston y Sophia Loren.

Fueron varias las películas del director español Berlanga Calabuch y París-Tombuctú y otros muchos films, principalmente españoles, hasta sumar más de 22 títulos.

Últimamente, parece ser que las series han tomado el relevo de las películas, y Peñíscola ha sido elegida como el marco perfecto para desarrollar las historias del Chiringuito de Pepe producida por Mediaset para Telecinco y de la internacionalmente conocida Juego de Tronos de HBO,  en la que la ciudad de Peñíscola es protagonista de la sexta temporada.

Por otra parte, el vínculo de Peñíscola con el cine no se limita sólo a ser el escenario de diferentes producciones. Durante 20 años, la ciudad acogió el Festival Internacional de Cinema de Comedia de Peñíscola, que, en su época dorada, consiguió atraer incluso a público extranjero con artistas como Charlton Heston y Bo Derek.

Durante la visita, iremos viendo varias de las localizaciones de estas series y películas, gracias a las que podremos descubrir curiosidades sobre sus rodajes y cómo el cine ha retratado una Peñíscola que a veces nos cuesta reconocer, ya sea por el tiempo que ha pasado, o por los decorados añadidos a la belleza natural de la ciudad.