20 años de historia

Desde que Anthony Mann quedará enamorado de Peñíscola para rodar junto a Charlton Heston y Sophia Loren la película El Cid de 1961, está población costera del mediterráneo será recordada por su participación y amor al cine. Otras producciones como la mítica Calabuch o París Tombuctú del fallecido Luis García Berlanga tuvieron su escenario en Peñíscola o la reciente superproducción americana Juego de Tronos o la popular serie Chiringuito de Pepe.

Los años ochenta supusieron un ‘boom’ para el auge de los festivales en España y en el año 1988 nacía con mucha ilusión el Festival Internacional de Comedia de Peñíscola.

A lo largo de veinte ediciones, el municipio castellonense, ya conocido por su playas y por ser el escenario de míticas películas y series, se convertía durante unos días, en el foco del séptimo arte, con gran afluencia de profesionales del cine, público, medios y cinéfilos.

Peñíscola albergó durante estos 20 años el Festival de Cine. Un festival enfocado al género comedia y que desde la primera edición del Festival Internacional de Cinema de Comedia de Peñíscola, pretendió ser un referente en los festivales nacionales de cine.

Por Peñíscola, gracias al festival, pasaron nombres tan célebres como el de Charlton Heston, Bo Dereck o Micky Ronnie sin dejar de recordar a cientos de actores españoles que parciparon en el festival haciendo de este, un gran evento del cine nacional.

Una época en la que Juan Luis Galiardo, Fernando Esteso, Álex de la Iglesia, Victoria Abril, Sancho Gracia, Maria Barranco, Rosa María Sarda, Carmen Sevilla, Aitana Sánchez Gijón o Maribel Verdú se paseaban por Peñíscola a luz de la luna. Incluso, en alguna ocasión, fueron estrellas de Hollywood, como Peter Fonda o Bud Spencer, las que iluminaron el paseo marítimo.

También, durante unos días, el celuloide mundial volvió la mirada al Festival de Cine de la localidad por ser el único que dio un premio a la mona Chita en vida.

Pero, si hay que destacar un episodio mítico, fue aquel día en el que Berlanga volvió a pisar la localidad, cincuenta años después del rodaje de ‘Calabuch’. Obra maestra del director valenciano, que dio nombre a los galardones del certamen impulsado por la ciudad del Papa Luna como forma de promocionarse ante el mundo entero.

Los premios Calabuch fueron reconocidos a nivel nacional por parte de los profesionales del mundo del cine y fans del séptimo arte nacional.

Eran tiempos en que las películas buscaban aquí su granito de arena en la promoción y desde el festival rendían, año tras año cumplido homenaje, a todos los actores españoles que hicieron de este género algo tan especial en nuestro país.

Y no en vano, siguiendo la estela que dejó este festival, la ciudad de Peñíscola sigue siendo el escenario de series televisivas y films, lo que hace que esta ciudad del Mediterráneo siga directamente vinculada al cine.